Escrituras por debajo del valor de compra, compra-venta de viviendas para especular, tasadores comprados por las inmobiliarias para que engorden la operación, dinero negro en forma de señal, pisos de desprotección oficial repartidos en plan compadre. De tal guisa se expresaban ayer en internet, acción-reacción ante el protocolo que determinará el modo y manera de proporcionar luz y agua a los eufemísticos diseminados ilegales, casas piratas para entendernos. La segunda residencia de la hipocresía creciente, el chantaje en do mayor. Quinientos metros cuadrados con piscina y becas públicas pa que la niña se compre el coche. Y el agua, por las nubes. Políticos basura, vecinos basura, qué pestazo más grande. Piden el Pegou, nadie sabe cuántas décadas lleva El Puerto encomendándose a un Pegoute en condiciones, que es como abandonarse al destino incierto. Antes se llamaban "edificaciones marginales aisladas", que era una cosa muy filantrópica y tal. Hoy, el casco urbano, el centro dermohistérico de la ciudad ha quedado en minoría, como la gente honrada, y parece que sean los vestigios del pasado del ladrillazo pesetero quienes se encuentren en franca desventaja con respecto al diseminado. A ver quién es más ilegal aquí, se admiten apuestas, ya venden entradas para la catástrofe mayor. Y en los foros diseminados de la cibernética anónima largan fiestas sobre los vecinos insolidarios y los políticos pecaminosos. De siempre, en El Puerto sus mandamases han tenido pocas luces, pero abundante picaresca, la mano distraída, la mirada perdida, en fin. Eso sí, Patricia le está echando valor. Que tenga suerte entre tanto mequetrefe. Ricos y pobres se hacen el sueco. Los demás, a hocicar.
Mientras, algunas administraciones morosas compran por el doble del precio fijado, otros pagan por trabajar, ya hay conejos de campo reclamando su cuota de poder, y acaudalados que contribuyen con lo mínimo, aquí la desvergüenza no va por barrios, se mide por módulos, y los carajotes, a apoquinar religiosamente. ¿Religiosamente? Que el Dios del papel mojado nos coja confesados. A ver quién es más tonto de capirote. Andalucía, ahí estás tú, déjate llevar por las chenchachione, canta Chambao en el anuncio. Sale el sol para todos. Que el tiempo respete a las cofradías de la luz y el agua. Las contradicciones, como las procesiones, van por dentro, aunque pronto las procesiones desfilarán por la carrera oficial diseminada, de ema en ema y a su templo. Por la cara.
Marzo 08, El Alambique (Diario de Cádiz)
miércoles, 19 de marzo de 2008
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