"Estamos llegando a Jerez. Venimos de Murcia. Vaya levantera. Hoy comemos en casita. Llevamos en la carretera desde febrero, pero estos días estrenamos disco". Al habla Marcos del Ojo, el Canijo de Jerez, compadre de Diego Pozo, el Ratón, con quien comparte más de una década de "delinquencia" musical, libertad de pensamiento y sentimiento garrapatero, arquitecturas del aire, verdes rebeldes, canciones de flama y carril, y ahora, un mundo casi nuevo, la época iconoclasta del combo jerezano. "El disco viene con retraso, sí, y las canciones ya han sonado en directo, vienen rodadas. Ya sabes, el rollo de los contratos, las negociaciones para cambiar de discográfica fueron lentas, pero hemos roto amistosamente". Los Delinqüentes rompen amistosamente con el pasado. Hoy cantan en la sala Anfiteatro, de Cádiz. Los trae José Peinado, que ya prepara la Isla del Blues, dios del sol mediante.
El flamante repertorio de los Delinqüentes suena "más rockero", admite Marcos. "En la producción abundan las guitarras eléctricas, los vientos. Quizá sean menos callejeros y simples los temas, hemos evolucionado en cuanto a sonido, aunque mantenenmos el mismo método de composición, y el gusto por el rock, la rumba, la bulería y otros ritmos diferentes. Pero esta vez cambiamos el cajón por la electricidad", advierte, aun matizando que pervive la llama, la esencia del grupo, ese punto canalla, vehemente y fresco, heredero de la saga iniciada por Veneno, que encandila a un público fiel. "No tenemos problemas para llenar los conciertos, la gente se sabe las canciones de carrerilla; no salimos en la tele todo el día, pero gracias al boca a boca nadie puede decir que no haya escuchado a Los Delinqüentes". Lástima que la industria en general sufra tal sordera y no sepa valorar producciones del nivel de la exhibida en el disco grabado en los estudios La Bodega de García Pelayo. Con invitados especiales de postín: Leiva de Pereza, Julieta Venegas, Kiko Veneno, y Roberto de Tabletom. Rock y psicodelia, blues zigzagueante, musiquita loca de atar.
Casi cinco años se cumplen de la prematura muerte de Miguel Ángel Benítez, líder del grupo. Dejó huella. Diego y Marcos salieron adelante. "Hemos aprendido mucho. Yo tenía 16 años cuando empezamos, y Miguel, quince. Su padre tuvo que firmar el contrato para grabar el primer disco. Hemos vivido un montón de aventuritas en la carretera, muchos kilómetros en lo alto, hemos compartido momentos graciosos con grandes artistas y coleguitas. Estamos contentos con la vida que llevamos. Es duro, quema mucho, pero las dos horas en el escenario valen por todo". Noches inesperadas. A Cádiz llega la banda al completo. Los jerezanos tocarán temas de ayer y de hoy, anuncian fiesta por todo lo alto, caña y complicidad, temas costumbristas y surrealistas, familiares y siderales, bajo el particular prisma de estos músicos impregnados de sones y versos del sur. "Donde más sobrevive el surrealismo es en Cádiz, nos encantan las chirigotas, pero también en el flamenco", y se acuerda Marcos de la Paquera, Terremoto y otras figuras del flamenco de la tierra. Sin olvidar el genio irrepetible de Luis de la Pica,. Los Delinqüentes picotean inspiración por todos los costados. "Lo mismo mañana -por esta noche- se sube el Selu a hacerse unas letritas con nosotros". Se refiere al chirigotero Selu García de Cossío, cajonazo del siglo. En el rock, y no digamos en el flamenco, hay mucho enterao.
Amén de reconocer el poderoso influjo de "la magia, el sol, el vinito", la energía y las maneras de vivir de esta tierra, a lo largo de la carrera del grupo, Marcos apela al lado tragicómico de la vida, la pena negra que sonríe por no llorar, y a la obra teatral que los dio a conocer hace una década. El nuevo disco rescata "la época iconoclasta" que escenificaron junto a Miguel en tremendo y absurdo bautismo artístico. "Nos pagaron treinta mil pesetas de entonces y nos lo gastamos en otras cosas, je, je, así que improvisamos como cabras locas y nos salió algo genuinamente garrapatero".
Interferencias en la línea, el túnel del tiempo, carretera y manta caminito de Jerez. Antes de la despedida, Marcos entona un "nos vemos mañana, compadre", no sin antes exclamar desde lo más profundo de su ser: "¡Y a ver si sube el Xerez a Primera, hombre!" Mañana puede ser un gran día. "Esperamos que los gaditanos también se alegren del ascenso, como nosotros nos alegramos cuando ellos subieron". Puntos suspensivos. Se escucha malamente. "Vamos a dejar las rivalidades para el campo de juego, pero en la calle somos hermanos, de la misma tierra, y ojalá que veamos el año que viene un derby en Primera". Si este fin de semana se consumara la gesta del equipo jerezano, fiesta asegurada. Y concierto gratuito, posiblemente el martes próximo, con Delinqüentes, David de María y José Mercé en castizo cartel. Los músicos, azulinos pero también amantes de lo gaditano, presumen de amistad con Antoñito o el delantero argentino Sarmiento, conocido ya como Currito de Jerez. Y los cariños por la frontera se van.
Mayo 09, Cultura, Diario de Cádiz
sábado, 30 de mayo de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario