sábado, 9 de mayo de 2009

Te quiero (a la salud de Mario Benedetti)

Tus manos son mi caricia,
mis acordes cotidianos;
te quiero porque tus manos
trabajan por la justicia.
Si te quiero es porque sos
mi amor, mi cómplice, y todo.
Y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.
Tus ojos son mi conjuro
contra la mala jornada;
te quiero por tu mirada
que mira y siembra futuro.
Tu boca que es tuya y mía,
Tu boca no se equivoca;
te quiero por que tu boca
sabe gritar rebeldía.
Si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo.
Y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.
Y por tu rostro sincero.
Y tu paso vagabundo.
Y tu llanto por el mundo.
Porque sos pueblo te quiero.
Y porque amor no es aurora,
ni cándida moraleja,
y porque somos pareja
que sabe que no está sola.
Te quiero en mi paraíso;
es decir, que en mi país
la gente vive feliz
aunque no tenga permiso.
Si te quiero es por que sos
mi amor, mi cómplice y todo.
Y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.

Mario Benedetti

Pilar, la mujer de José Saramago, propone en el blog del escritor portugués una oración laica para abrazar a Benedetti, que pasa por duros momentos de salud. Ahí va un poema que también es canción. Para dos: Mario y Lorena.

7 comentarios:

Eduardo Albaladejo dijo...

Pues yo "rezo":

No me gaste la palabras
no cambie el significado
mire que lo que yo quiero
lo tengo bastante claro

si usted habla de pogreso
nada más que por hablar
mire que todos sabemos
que adelante no es atrás

si está contra la violencia
pero nos apunta bien
si la violencia va y vuelve
no se me queje después

si usted dice garantías
sólo para su corral
mire que el pueblo conoce
lo que hay que garantizar

no me gaste las palabras
no cambie el significado
mire que lo que yo quiero
lo tengo bastante claro

si habla de paz pero tiene
costumbre de torturar
mire que hay para este vicio
una cura radical

si escribe reforma agraria
pero sólo en el papel
mire que si el pueblo avanza
la tierra viene con él

si está entregando el país
y habla de soberanía
quién va a dudar que usted es
soberana porquería

no me gaste las palabras
no cambie el significado
mire que lo que yo quiero
lo tengo bastante claro

no me ensucie las palabras
no les quite su sabor
y limpiese bien la boca
si dice revolución.

Las Palabras - LETRAS DE EMERGENCIA.

Ojalá y nuestros deseos fraterlales hacía este hombre, hacia este gran hombre, lo sanen. Por todo lo que amamos entonces y ahora con su poesía. Por todo lo que nos ha ayudado a luchar.

Amparo dijo...

Táctica y estrategia

Mi táctica es
mirarte
aprender como sos
quererte como sos.

Mi táctica es
hablarte
y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible.

Mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
pero quedarme en vos.

Mi táctica es
ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos
simulacros
para que entre los dos
no haya telón
ni abismos.

Mi estrategia es
en cambio
más profunda y más
simple.

Mi estrategia es
que un día cualquiera
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
por fin me necesites.

La serenidad y sabiduría de estos versos, siempre me cautivaron. Es uno de esos poemas de cabecera al que me gusta volver a menudo. Me permite una dimensión de los sentimientos con un punto de vista muy humano y entrañable. Refleja mucho la esencia de Benedetti.

Ignacio Lobo dijo...

Pues yo propongo "Hombre preso que mira a su hijo", un poema enternecedor, y aún más si se escucha en la voz de Pablo Milanés.

Cuando era como vos me enseñaron los viejos
y también las maestras bondadosas y miopes
que libertad o muerte era una redundancia
a quién se le ocurría en un país
donde los presidentes andaban sin capangas
que la patria o la tumba era otro pleonasmo
ya que la patria funcionaba bien
en las canchas y en los pastoreos

realmente botija no sabian un corno
pobrecitos creían que libertad
era tan sólo una palabra aguda
que muerte era tan sólo grave o llana
y cárceles por suerte una palabra esdrújula

olvidaban poner el acento en el hombre

la culpa no era exactamente de ellos
sino de otros más duros y siniestros
y éstos sí
cómo nos ensartaron
con la limpia república verbal
cómo idealizaron
la vidurria de vacas y estancieros

y cómo nos vendieron un ejército
que tomaba su mate en los cuarteles

uno no siempre hace lo que quiere
uno no siempre puede
por eso estoy aquí
mirándote y echándote
de menos

por eso es que no puedo despeinarte el jopo
ni ayudarte con la tabla del nueve
ni acribillarte a pelotazos

vos sabés que tuve que elegir otros juegos
y que los jugué en serio

y jugué por ejemplo a los ladrones
y los ladrones eran policías

y jugué por ejemplo a la escondida
y si te descubrían te mataban
y jugué a la mancha
y era de sangre

botija aunque tengas pocos años
creo que hay que decirte la verdad
para que no la olvides

por eso no te oculto que me dieron picana
que casi me revientan los riñones

todas estas llagas hinchazones y heridas
que tus ojos redondos
miran hipnotizados
son durísimos golpes
son botas en la cara
demasiado dolor para que te lo oculte
demasiado suplicio para que se me borre

pero también es bueno que conozcas
que tu viejo calló
o puteó como un loco
que es una linda forma de callar

que tu viejo olvidó todos los números
(por eso no podría ayudarte en las tablas)
y por lo tanto todos los teléfonos

y las calles y el color de los ojos
y los cabellos y las cicatrices
y en qué esquina
en qué bar
qué parada
qué casa

y acordarse de vos
de tu carita
lo ayudaba a callar
una cosa es morirse de dolor
y otra cosas morirse de verguenza

por eso ahora
me podés preguntar
y sobre todo
puedo yo responder

uno no siempre hace lo que quiere
pero tiene el derecho de no hacer
lo que no quiere

llorá nomás botija
son macanas
que los hombres no lloran
aquí lloramos todos

gritamos berreamos moqueamos chillamos
maldecimos
porque es mejor llorar que traicionar
porque es mejor llorar que traicionarse

llorá
pero no olvides

Fernando Lobo dijo...

Pues yo propongo la letra de la canción "Mario y yo", del cubano Vicente Feliú, creo que es un bonito guiño y dice mucho:

Voy buscando un verso
y Benedetti me echa un cabo.
Como siempre, alabo
al buen poeta no converso.

Hoy ¿por qué cantamos ?
por lo mismo que la vida.
Hoy la despedida
aglutina a los marranos.

Me he despedido de un amor,
me he despedido de mi tierra,
me he despedido en son de guerra,
en son de padre,
en son de flor.

Me he despedido del candor,
me he despedido de la piedra,
me he despedido de la hiedra,
de la mierda y del favor.

Hoy encuentro el verso
y Benedetti me sonríe.
Hoy mi viejo ríe
y desde lejos lanza un beso.
Hoy yo sé que canta
con el corazón del alma.
Benedetti, en calma,
sabe que la muerte es falsa.

Enrique Alcina Echeverría dijo...

gracias a todos, qué arte más grande, por Benedetti, que nos ayudó a luchar, amar, vivir, llorar, sentir y cantar a cuatro voces. Pedazo de cadena de poemas para Mario, un abrazo ;)))

Charo Barrios dijo...

¡Qué buenos recuerdos! Nacha Guevara cantaba esta canción maravillosamente.
Y yo la canturreaba en casa, de joven, mientras limpiaba el piso y soñaba amores por llegar, que en realidad nunca llegaron.
Las canciones a veces lo dicen todo....

Enrique Alcina Echeverría dijo...

Si no lo cuento, reviento, Charo. Esa versión de Nacha Guevara sonó en mi boda, a cargo de un trío de voz, piano y violín, Lorena y yo la elegimos para consumar el acuerdo bilateral hispano-chileno, más bien hispanoamericano, con músicas de ambas orillas. Pero el cámara se debió quedar sin pilas, cagüendié, porque no apareció en el consabido deuvedé, ideal para darle la tarde a las visitas. Benedetti por siempre !!