En pos de la carta de libertad, tras sufrir la desidia y torpeza de toda una multinacional como Warner, Mistercometa, que esta noche actúa en la sala Mucho Teatro de El Puerto de Santa María, abre una nueva etapa. Hace un año, su primer disco se paseó durante tres meses por la lista de éxitos de Los 40, sin contraprestaciones ni payolas de por medio, y su discográfica desaprovechó la oportunidad. El portuense José Amosa -compositor. ingeniero de sonido, músico vocacional miembro de la Academia de la Música que llegó a aspirar a un Grammy, y los jerezanos Manuel Espinar, Antonio Rodrígurez y Cristóbal Leiva, conocen los gajes del oficio en tiempos tan inhóspitos para la lírica. "La discográfica no quiso apoyarnos, pese a las facilidades que nos concedieron las cadenas de radio nada más escucharnos, y ahora, cuando decidimos romper con ella, nos boicotea los contenidos en internet".
Los ejecutivos poco avispados de la Warner ni siquiera enviaron discos a ciertas firmas de discos multitudinarias, una de ellas en la Fnac de Barcelona, para bochorno de propios y extraños. Así las cosas, la banda de pop-rock de impecable factura ha decidido darse a conocer en redes sociales de carácter musical, Herzio en concreto, donde se escucha música gratis y los usuarios acceden al material de sus grupos favoritos a través de un simple registro. Contacto directo con el público. Ya casi nadie vive de la venta de discos, pero José Amosa, desde su experiencia de una década en el negocio musical, recuerda que no hay música sin canciones, ni conciertos sin grabaciones. En su condición de técnico de sonido estima que "mucha gente, por culpa de la cultura de la gratuidad que pretenden instaurar, no valora el trabajo de filigrana, las horas y el dinero que se invierten en un disco, desde su concepción hasta su distribución. Se han perdido cientos de empleos de la cadena de la música, todo ello puede conducir a la desprofesionalización del sector y, por tanto, la calidad". Tiene que ver con la educación, a juicio del músico portuense, hijo de cantautor que hizo sus pinitos allá por los años sesenta. "Parte de la culpa de la crisis actual reside en los cambios de formato", los japoneses no duermen, las grabadoras de compactos ejercieron de "pan para hoy y hambre para mañana". Y como el mañana ya es pasado, la Sony musical mantiene un litigio con la Sony de electrodomésticos.
A vueltas con la paupérrima situación musical en la Piel de Toro, Amosa cree que el problema no es Operación Triunfo, sino la ausencia de otros espacios musicales en la televisión. "OT es un concurso discutible, para aspirantes a cantantes o imitadores, pero los músicos profesionales no poseen un escaparate de tal envergadura". OT o el desierto.
Amosa, fértil y creativo, estudió Magisterio en la rama de Música y luego obtuvo el título superior de Ingeniero de Sonido. Familiarizado con las nuevas tecnologías, puede vanagloriarse de haber realizado prácticas en Radio Nacional, llevando la mesa de sonido de Los Conciertos de Radio 3 o del programa de jazz de Cifuentes. Ya en calidad de ingeniero de sonido ha trabajado en toda la discografía de Delinquentes, en el estudio La Bodega de Josema García Pelayo, en el corazón de Jerez. Por su labor en el disco "Mi ADN flamenco" del impar Diego Carrasco fue nominado a un Grammy. Habla con entusiasmo sobre la grabación del último disco de Paco Cepero, "Abolengo", donde se ha implicado hasta las últimas consecuencias. Su trabajo fino, tanto en la cabina de producción como en las filas de los músicos de sesión, ha dejado su impronta en discos o giras de figuras del flamenco y del pop hispano, como Raimundo Amador, Kiko Veneno, La Excepción, Navajita Plateá y muchos más. Y ahora disfruta como académico de la Música, al superar el cupo exigido en cuanto a canciones y discos que lucen su firma. Y cuando su agitada vida laboral y artística se lo permite, engrasa de nuevo la máquina de Mistercometa.
Mayo 09, Cultura, Diario de Cádiz
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