Vigilante medio en posición de ataque. Cada españolito esconde un vigilante en su fuero interno, a ser posible con gafas ahumadas para pasar desapercibido entre tanto vigilante aficionado a morsegar en las miserias ajenas y no mirar en casa propia. Vecino que hace ruido hasta soñando, ahí está el vigilante para medir los decibelios humanos. Vecino que arroja porquería sobre sus semejantes en forma de infundios truculentos, ahí está el vigilante medio para escudriñar, hacer sangre y salir airoso del trance. Vecino vuelve demasiado tarde, vigilante muestra un enorme reloj a la audiencia, ¿qué horas son éstas? Vecino toma el sol distraído a pecho descubierto, vigilante se escandaliza y resguarda a sus hijos de tamaña impresión. Vecino se coloca, vigilante se coloca detrás a ver si pilla algo. Vecino juega a las cartas a viva voz, vigilante marca los ases por si acaso. Vecino vigilante medio tonto. Calamaro ya escribió al "vigilante medio argentino" en célebre canción, honestidad brutal, fariseos en el mundo del escaqueo, el ladrón cree que todos son de su condición.
Una más: Vecino hurga en su nariz como si intentase recordar la última vez que pensó en reformarse, vigilante medio aprovecha pa tirarse el moco.
La última: Vecino se aburre, con el vigilante medio ya son dos. ¡Sereno!
miércoles, 20 de mayo de 2009
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2 comentarios:
jaja!! Es lo que los griegos llamaban la doxa (de ahí el subtítulo de mi blog "Vómitos de parresía, producto de la doxa"...de tanta doxa que nos rodea, pero así son las cosas amigo, es muy buena tu visión del Vigilante medio.
gracias, el vigilante medio españolito nunca descansa, mucha doxa .... salud !!!
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