viernes, 24 de julio de 2009

Asfalto, camino de Espera

Al pie del cañón, treinta y dos años después de su debut discográfico pero aún excitado y motivado por una gira de reconocimiento y la reciente grabación de su primer disco en directo, Julio Castejón, el superviviente de Asfalto, anuncia la buena nueva: "Llevamos una banda absolutamente potente, con músicos de alto nivel en una onda muy progresiva pero capaces de bordar versiones de temas referenciales y propuestas nuevas. Haremos un repaso a nuestra historia". Esta noche, en el festival Fatetar Folk de Espera, la historia viva del rock urbano madrileño, los pioneros de casi todo, en glorioso reencuentro con sus orígenes y mirando de frente al tiempo. "El tiempo pasa y lo bueno es contarlo con buena salud física y mental", subraya el veterano músico que supo mantener a flote el prestigio de Asfalto pese a la escisión sufrida ya en sus comienzos y a los gajes del integrismo rockero y el ostracismo de la música verdadera.
"Me tiré trece años sin dar vida a Asfalto, entre el 95 y el año pasado, y considero que cometí un error, pues ahora compruebo que el nombre del grupo no se ha devaluado, sino que adquiere carácter de mito para cierta gente y está recogiendo el aplauso general". La gira del retorno llena recintos, Castejón bromea sobre los aficionados que rondan el medio siglo de vida, que "parece que acuden a reencontrarse consigo mismos, creo que representamos para ellos lo mismo que los Eagles para los americanos, salvando las distancias, claro, aunque nunca en popularidad. Nunca fuimos demasiado populares, pero contamos con el respeto de la gente".
Consciente de que los medios de difusión convencionales "no difunden la cultura, pues interesa más la estética que una trayectoria", el líder de Asfalto, el primer grupo que grabó para la legendaria Chapa Discos, remarca que "ahora no interesan las carreras ni los negocios a medio plazo, y por ello tiene más mérito el éxito de la gira, al margen de los medios generalistas, pero quizá éstos se contagien con el tiempo", suspira, no sin antes volver sobre sus pasos. "Dije que Asfalto no volvería a la carretera, no quería arrastrar la categoría del grupo, pero tampoco pensé que internet nos devolvería a la actualidad, nos abriria las puertas para recobrar el contacto con nuestro púbico. Ahí empezó el regreso, en los foros de internet, creándose el ambiente propicio", del mismo modo que lo lograron grupos coetáneos andaluces como Imán, Cai o Mezquita.
En otro vistazo atrás fulminante, Castejón recuerda la última desintegración del grupo. "Editamos un disco espléndido, "El planeta de los locos", nuestro punto culminante en arreglos, grabación y sonido, pero la gira fue un desastre. En Granada fueron setenta personas al concierto, y así en todas partes. De ahí deduje que se nos estaba enviando un claro mensaje: "Iros a la mierda", y pensamos que aunque hiciéramos oro molido había pasado nuestro tiempo". El tiempo ha vuelto, y ha devuelto la alegría de vivir a Asfalto y a su factotum. "Hasta que el cuerpo aguante", certifica Julio, que rememora como si fuera ayer sus anteriores visitas a la provincia gaditana: un concurso de maquetas y un concierto en la Feria de San Fernando, tres décadas atrás. Asfalto, cuyas raíces se remontan a 1972, en plena crisis del petróleo, encabeza tantos años después un cartel de categoria. Tocarán esta noche, antes que las leyendas del rock madrileño, los especialistas en blues rock Tea, los multiculturales Dealan y los olvereños Chiveca.

Julio 09, Verano, Diario de Cádiz

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