Las coplas muerden. Las coplas sangran, largan fiestas, no se andan por las ramas de Cadilandia, las coplas vienen hoy buscando pelea. El coro a pie destapa el falserío, Martín anuncia la muerte del Carnaval, los políticos de Luis María reinventan la canción protesta y Tino Tovar reivindica el señorío de Carlos Díaz. De todo menos bonito le cantan al olvido. Cádiz canta en defensa propia. La madre que parió a Cádiz. "Siempre la misma cantiña, me tachan de chovinista porque quiero a Cádiz y a La Viña, me llaman desfasao", entonan los de Antonio Martín en primera persona de Cai, auguran el acabóse de este invento. El día que el concurso se celebre en el teatro Lope de Vega de Sevilla, saquen los pañuelos, recuerden la copla del legendario autor viñero. "El Carnaval de Cádiz es del dinero, y no de Cádiz". "El Carnaval no es de Cádiz, es del barrio de La Viña". La Viña que se inunda de alegría ... y de agua con cuatro gotas de ná. Cádiz La Palma. Socorro. La Petróleo entra en escena en un cuplé, llamada perdida a la Virgen, que le corta el agua por morosa. Morosa de la morería. Coplas con veneno, almas llenas de mariposas, más fuerza que el viento, el niño de San Vicente canta a su madre tierra. Y se pone furioso si es menester. Cuando Cádiz las pasa verdaderamente putas, Martín llama a las putas por su nombre y a los hombres por su vergüenza e hipocresía. Hombres que no son hombres. La mujer podría llamarse Gades. Don Antonio Martín se habla con Ella. La colma de versos y besos, yo creo que canta desde sus entrañas. Y la quiere con todas sus eternas contradicciones. No es el único, claro. Cádiz se deja querer, la madre de todas las batallas de luz y las sombras a porfía. "Aquí somos así", advierte el rebelde coro a pie, que pone otro dedo en la llaga: "Aquí somos de izquierda de toda la vida y luego ..."
Luego, las voces negras de Subiela y compañía, con su arte superlativo, ensalzan la figura de un tal Carlos Díaz, el señor alcalde de antes de Nuestra Señora la Teo. La gente aplaude con la misma fuerza con que vota al PP, una cosa no quita la otra. La comparsa destaca que el señor Díaz, a quien hundieron sus propios "compañeros" y algún que otro camaleón, mantiene la elegancia y su lugar de residencia, "con la que le dieron, y hasta se criticó que naciera en Sevilla". En cambio, hoy "no molesta que nos dirija alguien que no es de Andalucía y vive en El Puerto. Y a ésta no hay quien la ataque". ¡Al ataquerrr! Ovación y tente tieso. (Gran momento pa la publicidad, con el Ayuntamiento de Cádiz, aro que jí).
Hablando de políticos. En el parlamento chico de Luis María, la barra de bar donde se decide casi todo y casi nada en Cádiz, cuna de la libertad condicional, a los políticos les dicen de todo menos bonito. Sinvergüenzas, mangantes, mequetrefes, mentirosos, mancha de cabrones, vividores a costa del personal, y demás lindezas. "No te voto más", enfatiza la chirigota. ¿A quién? La misma calamidad es. "Estáis muy vistos ya". ¿Quiénes? ¿Los políticos profesionales de siempre? ¿Los que han arreglao Cádiz o su vida laboral? Desencantados abstencionistas, que no abstemios, denuncian también el politiqueo del Carnaval, viciado, encorsetado, vendido al mejor postor y en manos de cuatro mafiosos, los dueños del concurso. "Asín" de claro. Punto y pelota. La voz del pueblo versus la calidad de cuatro artistas, tuertos en el país de los cegatos que se ponen la botas. Llaman a la rebelión. Insurrección. Nadie es mejor que nadie. No, qué va. Chirigota rompedora que siempre hace amigos. Luis María busca pelea, nunca canta por amiguismo, ni clientelismo político. Nunca canta igual. Y sus tipos se salen del tiesto. A veces da en el clavo, a veces en el agua. Políticamente incorrecto, ole sus webs. Balbo, cabrón.
Febrero 09, Carnaval, Diario de Cádiz
La foto es de José Braza
lunes, 2 de febrero de 2009
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7 comentarios:
Van saliendo cositas. A los martinistas de toda la vida nos alegra la recuperación de Antonio, aunque en ocasiones nos situemos en las antípodas de su ideología. No entiende de rivalidades con Jerez, nunca existieron, sino directamente con el centralismo sevillano, no como ahora que nos enfrascamos en el lodo más localista en busca del aplauso fácil. Me gustó Vera Luque, espero que no se pierda una chirigota aguda y sarcástica por mor de una nueva comparsa. Y Luis Rivero es intermediario de las gentes más reprimidas, sólo le falta concretar algo más. El coro de "a pie" va mejorando, dignificando la modalidad. Como todo en la vida nos quieren mangonear el concurso unos cuantos (muy afilado la acotación de que aquí somos "asín", sutil, muy sutil).
Con la que le dimos a Carlos Díaz (alías "los huevecitos se te van a caer) me lo están haciendo bueno tanto integrismo teofiliano.
Y Tóvar se atreve a apuntar lo que todos sabemos y pocos se atreven a gritar. Aquí todo el que sabe se va a vivir al Puerto (y que no se me dé nadie por aludido ja, ja). Del marido hablaremos otro día. Y digo yo, Moresco podría hacer igual que Pepe Blas y realizar una campaña intimidatoria puerta por puerta para que se empadronen los inquilinos en su Ayuntamiento. Empadronados estamos todos.
Salud, ya se vislumbran los cuartos (y mitad).
Taweno, Juan. A mí también me gusta muchísimo el Martín de las últimas temporadas, un maestro. Oye, lo que dices de Vera Luque tiene su guasa, esperemos que no se pase a la comparsa, en chirigotas me parece el contrapunto perfecto, y además suscribo muchas de sus opiniones y actitudes, es sencillo y profundo y no se las da de artista ni ná.
Lo que apuntas de Rivero se me antoja un poco exagerao, pero el tío escribe bien y hace una musiquita preciosa, muy bian cantada además. Pero esos ataques de metacarnaval resultan paradójicos, en fin, seguro que sigue creciendo su creatividad. Aunque yo pase del capillismo ilustrado y demás lados de lo que Vera llama triángulo mágico del chovinismo, me parece un buen tipo.
Oh, Carlos Díaz, gran pasodoble de Tino, ehin? si Carlos Díaz hablase un día temblarían los cimientos de más de un edificio apuntalao ... por mi trabajo, viví de cerca sus últimos años de alcalde y todavía no me explico demasiadas cosas. Qué razon tienes, Juan el integrismo teofilano ha hecho bueno al bueno de Carlos Díaz, que en su gestión tuvo momentos nefastos, por culpa de sus "compañeros", en el Diario asistí a varias puñaladas que le asestaron sus "propios". Lo pagaron caro.
Oye, no me doy por aludido, jaja, vivo en El Puerto, claro, hace ya veinte años que nos vinimos de Cádiz, y me he jartao de coger Comes, vapores y catamaranes durante décadas, jaja. Moresco no creo que pueda empadronar al personal, saldrían varios miles más de portuenses, pero ha conseguido encabronar a un millón lo menos jeje, vaya personaje, prefiero a Pepeblás de aquí a Lima ... eso sí, termina Canalejas ya, Pepeblás, pisha ...
Salud !!
No sé por qué confundí a Luis María Rondán con Luis Rivero, la noche y el día. El primero es obrero y el segundo, como dices, capillita ilustrado del Cádiz más rancio, que afina bien pero los metacarnavales y el pasodoble del Alzhéimer me terminó de matar. Anda y a ver si se cansa con la nueva cofradía por la Avenida (eso, en Cádiz lo que faltan son procesiones... ciudad de contrastes y sinrazones). Me gustó el desencanto de "Los políticos" aunque creo que le hace falta concretar un poco más y afinar su crítica a la plebe política. Coincido en lo que comentas sobre la temática de los pasodobles de Vera Luque, que se sale del “mojón”, “carajote” y el caletismo obtuso.
Y como dice Tino me gusta ver pasear a Carlos Díaz, con sus niñas rusas, dando los buenos días. Hemos perdido clase y ganó la zafiedad. Siempre me acuerdo de él cuando paso por el puente Carranza sin pagar.
Canalejas lleva más de un mes parado por la estación provisional en terrenos de Adif. Nuestros políticos menos profesionales y diligentes son cualquier cosa, y lo de vivir en El Puerto iba con toda la guasa gaditana… ja, ja ;)
Salud, seguiremos descifrando las claves que tan bien nos apuntas sobre nuestro Carnaval.
Ahora lo comprendo, claro, Luis María ... me gusta su manera de romper to los años, a veces acierta y otras no, pero vaya tipos de esta chirigota obrera tan vacilona, traen desencanto este año, verdad, a ver cómo lo concretan ahora ... qué bonito lo de Carlos Díaz, un señor con mayúsculas, la zafiedad se lleva por delante casi todo, pero quedan razones pa vivir, como canta Sabina, ehin? ... oye, qué bonita la música de Antonio Martín para el coro de los celtas largos, la estoy escuchando ahora ...
ya pillé la guasa gaditana y portuense, jeje, hay que reírse de uno mismo. Y de los demás también, jeje, pa eso estamos en Carnaval, jeje, ya se han escuchao unas pocas de maldades buenas ...
Salud !!
Ja, ja... pues sí. Me ha gustado mucho el tango de Antonio Martín. El coro no ha notado la marcha de José Mari Barranco que se fue a Los Pabellones, y nuestro Antonio al que le ha costado recuperar la musa (y no me refiero a la mayonesa) ha vuelto a ser el que era. El tango tiene ese pellizco, ese soniquete que tanto gusta, y encima se aleja de esa línea de batalla que han impuesto Pardo & Pastrana. No sé, me gusta un tango bien hecho con to sus avíos y no ese tirar pa'rriba de voces sin más. El coro de La Viña aún lamenta la autoría musical que le hacía Martín, faceta no tan reconocida como sí lo son sus comparsas.
Y claro, nos sobran más de mil razones, más de mil personas (muchas más) para seguir insistiendo en un mundo mejor y desenmascarar a los que se metamorfosean (toma ya) para darnos coba...Cristoba (excelente chirigota del Carapalo con música del susodicho Martín).
Salud, y no se acueste usted tan tarde ja, ja. Y vivan las maldades aunque sean veniales que hacen crujir al Falla.
PD.- Me he hecho con dos entraditas para la sesión del jueves de los cuartos de final, aunque por internet parece que estoy comprando enciclopedias.
en esto de traicioná,
lo importante es el qué,
lo de meno es el quién:
mentira o verdá?
PD
el juego de tu vía,
sinceridá como salía!
ELAPUNTAÓ
no tengo que ve na
con carlos ni hernán
Las tantas otra vez, Juan, qué razón tienes con lo de Martin, los conversos y las maldades. Que lo pase usted de categoría el jueves, cómo en el Falla en ningún lao se escucha una agrupación buena, aunque luego en la calle se disfrute de las demás, allí merecen la pena las fuera de concurso. Salud !!
Nasnoches, Migué, lo peor es cuando se traiciona la verdá, un saludoooooo
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