Tras más de cien horas de músicas hermosas, tipos de impresión y propuestas para todos los gustos, llega la hora de le verdad, la hora del repertorio, las letras, las coplas de los grupos con nombre y los grupos sin visado directo a la vanidad. Tembleque total, como el de los viejitos del Love y Cía, abuelito dímelo tú, achaques de gran categoría los que brindaron en la última sesión de preliminares, marineando por la imaginación y el buen gusto. "Antes los pañales me los cambiaba mi hermana; hoy, que ya soy viejo, me los cambia una peruana". Gran golpe socioeconómico, copla de ley (de extranjería), previa al currículo vitae de los veteranos, "yo no guardo disfraces, yo guardo una vida entera". Pero no se calla las verdades del viudo que vive en casa del yerno, "me quiere mucho y también mi pensión". Cuidado con los nuevos asustaviejos, son de la familia, fingen cariño. A los abuelos les pica el culo más que a Nadal, su pasión son los niños. Relevo garantizado. Todo lo que necesitas es amor. Y un poquito de estilismo, oiga, chirigota arremolinada surge como un tornado para ponerle los puntos sobre las íes a esa señora diputada popular, Montserrat Nebrera, a quien la trincan por la cabellera de su propia ignorancia. Sin demagogia, sin insultar, dejando caer los toquetazos, los peluqueros se alegran de que el Ave acerque los pueblos, recuerdan que aquí los catalanes guapos salen en comparsas finas y seguras, y entran a matar. ¿Que la ministra andaluza tiene acento de chiste? "A Andalucía se le entiende tó allá dnde vaya, sin subtitular", y aportan nombres y apellidos célebres: Picasso, Falla, la Jurado, Machado, Lorca, "a quien fachas como usted fusilaron". Y riman caradura con cultura. La primera, en la frente.
Ay, la crisis, la crisis, "¿cómo quiere que yo pele si está tol mundo pelao?". Ay, Pelao, gran canción del pregonero Ruibal, por cierto, rumba universal para tiempos inquietos. Tiempos de cambio. En el Falla lo cambian tó de sitio, a ver si colocan "el palco del Ayuntamiento debajo del escenario". A la gente le gusta la maldad, así como el doble y triple sentido del cuplé sobre la depilación de la clientela femenina del salón de belleza. Pa no perder detalle.
Llenazo del viernes, vacío existencial en la noche del sábado sabadete, dos saturday night sin fiebre por las coplas. Se llama copla el programa que ha mangado dos sábados al calendario carnavalesco, todo sea por la audiencia y el dinerito que cogen los autores gaditanos. El público de la copla lo agradecerá, el de las coplas se tomará un par de copas a la salud de quien corresponda, grandes defensores de las coplas. Con lo bien que hubieran quedado aplazando las sesiones decisivas de La Copla y formar el taco en toda Andalucía con Las Coplas de Cádiz, habría sido una linda manera de promocionar de veras la fiesta. La fiesta de guardar, dos sábados sin concurso. A cambio, pa contrarrestar, podrían televisar el derbi de esta tarde. Hay gente que no canta ni deja cantar, o será que hay gente que da el cante y pone el dinero de otros por delante. En fin, una parodia de Se Llama Copla, llegada de La Isla, fue boicoteada por los graciosos de turno.
Coplas por los sábados perdidos. Se llama Dignidad. La llamaban Dignidad. Ahora la conocen por Parné. Y desde ya, las dos nuestras se vuelcan con las fases determinantes del concurso, una en directo y la otra en diferido. Se llaman Gibias.
Febrero 09, Carnaval, Diario de Cádiz
La foto es de Lourdes de Vicente
domingo, 8 de febrero de 2009
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