Tó pal Doce, en Cádiz se fía tó pal Doce, pal doce de enero de 2048. Si no tiene bastante con tres mil años y pico, nadie sabe cuánto dura el pico, quedan tres años pal Doce y la vieja Cádiz quiere estar arreglá por si alguien la conoce. No la va a conocer ni la comparsa de Antonio Martín (la madre que la parió). Cantan los fenicios plegarias de redención, el coro de Migueles mira al futuro, regresa del pretérito imperfecto para clamar al cielo de Cádiz, "mira a tu juventud, que es tu porvenir". La vieja Cádiz que Valdivia aleja del politiqueo, y que el capitán Yuyu sitúa en las alturas de la economía submarina, canta por no llorar. Mejor no mirar atrás, ni correr, que es de cobardes. Eso hacen los políticos de uno y otro signo: no correr ni riesgos, dejarlo pa pasaomañana, que lo mismo cae un milagro o algo. Pero viajar sí que viajan, vaya crisis, viajan de "cara" al Doce. Viaje con Nosotros. Con nuestro parné. Sin facturas ni ná. Viaje con Iberia, que es una empresa muy seria, ja, ja, ja, la tripulación pide socorro, turbulencias en el Falla.
Mucho formateo, mucho formateo, otra chirigota cibernética con buenos golpes informáticos, el señor Formateo no encuentra trabajo, pero halla la rima. ¿Trabajo? No hay forma, Teo. Otros insisten con el grito de guerra al Yuyu. Pronto volverán los cánticos romanos, ¡Balbo, cabrón!, acaso en dos idiomas, como la presentación de los pilotos. "La cosa se pone fea". "The situation is like Teófila". De pronto, un popurrí para hacer escala en la risa, los del Yuyu se embarcan en la aventura de engarzar músicas célebres con grandes pamplinas y algunas verdades, por no hablar del estribillo, que ya corean desde Algeciras a Estambul, de Milán a Estocolmo, de París a Copenague: "lo mejor es que coja el Ave". El Ave llegará a Cádiz cuando se le rompan los frenos. Pajaritos y trepas hay una jartá. Ave, a ver si convidamos. El Yuyu encaja unas sevillanas, unas bulerías, un tema de Juanes o un tirititrán. Aire pa José Mercé -Juan Puleva en Cádiz, homenaje al Libi-, tengo una caja negra donde cabe a lo justo mi suegra, cancela, cancela, este vuelo se cancela, esta noche no se vuela, y si la gente protesta a nojotro nos la pela. Lo importante es la pela, ¿no lo sabe ya?
No es por jorobar el invento, dar por saco en resumidas cuentas, pero ¿alguien sabe si los autores han comenzado ya a apoquinar a los balbos de la sgae por utilizar musiquitas ajenas para los popurrís? Hay casos sangrantes, crímenes contra la humanidad, hay gente que destroza una joya musical, una pieza de la banda sonora vital de varias generaciones, con tal de rimar un par de ocurrencias. Otros, en cambio, dan en el clavo. Nadie conoce la fórmula mágica.
Pelusas en el ombligo, juegos dementes, fotos en sepia, las noches del Falla deparan un poquito de todo, un montón de nada, ya hay quien riza el rizo y mezcla a Falete y la cría de GH en la misma cuarteta, ojú, ío, qué bastinazo, o quien aprovecha, aunque cante de aquella manera, para atribular a la iglesia, masticar opio del pueblo, letras en defensa propia, letras para huir hacia adelante, letras impagadas. El coro de Nandi consagra un tango a la libertad de prensa, felicita a la asociación de la ídem por su centenario y advierte sobre el cumplimiento del código ético, nada que ver con el código dermoestético. Derechos de los menores, derecho a la privacidad, desprecio a los sentimientos del ser humano, olvido al discriminado, aquí se pilla antes a un falso y/o mentiroso que un poco de hachedosó metiendo la cuchara en agua. ¡Agua!
Febrero 09, Carnaval, Diario de Cádiz
La foto es de José Braza
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