viernes, 13 de febrero de 2009

¡Penitentes vestidos del Cádiz!

El mundo fue y será una porquería. El pequeño mundo del Falla estalla como un big bang en cadena cuando oye rumores de libertad y voces en la calle. Que callen los silencios más elocuentes, y como dice la piba del anuncio del Carpe Diem, academia del porvenir más negro que el carbón, "tu formación es tu futuro". Entonces no hay futuro, él vendía pisos, ella ponía copas, los padres de ambos rendían pleitesía a Don Ladrillo a cambio de una milloná sin facturas. Ahora hablan de formación. A ver, todos en formación. Por si no quedó claro, los políticos de Luis María ponen de vuelta y media a los cuatro mafiosos, cuatro mangantes, más de cuatro gatos con botas que han dejado el solar de esta guisa. "Yo no paso por el aro". Aro aro. Rebeldes con causa que, a la segunda de cambio, tildan de sinvergüenzas a quenes pretenden chupar y robar a doña Pepa bajo el disfraz de la defensa de la democracia, la libertad y el tralará. Ceremonias de la confusión de aquí al Doce, estos obreros chirigoteros no se sienten representados por la liberal Constitución gaditana, que consagraba los "falsos derechos del pueblo español", que siguen en el aire, claro. Palabras al viento, desengaños a viva voz y un par de cuplés igualmente comprometidos. Los accidentes laborales han bajado. Aro, cohone, "¿cómo vamos a matarnos si no tenemos trabajo?". Luego, piropo a los jueces que imponen doce años de condena por un jamón y lego sueltan a Julianes y demás chorizos malayos. De pronto, penitentes vestidos del Cádiz, el capillismo submarino, dos lados del triángulo mágico chovinista, como define Vera Luque a la santísima trinidad gadita. ¡Penitentes vestidos del Cádiz! ¿Quién tiene el copirai?
Tantas noches de concurso producen efectos colaterales, contraindicaciones de aquella manera: mirada perdida, cambios de humor intempestivos, mala leche desnatada, cambios de horarios y de costumbres. Bendito veneno.
Tantos concursos dentro del concurso, incluidos los concursos no covocados, los concursos sin dotación ni intención, pero con prestigio en juego en la mente calenturienta de cada aficionado a las coplas a la gresca, traen escasos matices al repertorio global. Y como casi nadie escucha, a la mitad de la copla sentencian: "esta letra va sobre tal y cual". Nada es lo que parece, pero la gente se mantiene en sus trece, Vera Luque con su brillante manera de plantear las cuestiones, las voces de Tovar a la hora de llenar la escena y la maestría de Martín hasta cuando recurre al recurrente metacarnaval. Fulanito le pega duro a Menganito, Zutanito le canta las cuarenta a su enemigo íntimo Repsolito, y Tornadto se caga en las castas de su primo Ponientito. Los autores como niños chicos. Unos más grandes que otros. Martín es grande, muy grande, lanzó aquello de que el Carnaval es La Viña, para crear tensión y dejar caer que las coplas son de la madre que las parió, y obtuvo respuesta. Tabueno. Cada uno lleva su razón. Hay quien lamenta este Carnaval endogámico, pero de boquilla, porque en verdad da gusto ver cómo se jalan de los pelos los gladiadores rumanos. Ahora, lo que son las cosas, Martin defiende al denostado Martínez Ares por segundo año consecutivo. Cantan que al otro Antonio, otrora rival encarnizado,"están derrotando en Cádiz", a cuenta del pregón y posterior musical, dimes y diretes en el Cádiz de los vientos y los demonios, las envidias, los veletas, los artistas que se creen artistas y que son menos artistas de lo que venden, los críticos y los criticados. Tos por igual. "¡Fuera la envidia!". Luego, en el sensacional popurrí se escucha: "Qué pena que los gaditanos pa otras cosas no echen ..." el coraje necesario. Justo y necesario.

Febrero 09, Carnaval, Diario de Cádiz

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me lo pasé de categoría en el Falla, aunque para la próxima vez tendré que llevarme un chaleco antibalas por tanto fuego cruzado entre los autores, qué cosas. Además tenía un sitio de privilegio: delantero anfiteatro en “tol centro”.
Los gitanos son pura apoteosis, son estremecedores y eso que tengo que afinar mucho el oído para escuchar bien lo que dicen, caja y bombo por todo lo alto, y los periodistas del foso van a tener que pedir un plus de peligrosidad porque en una de éstas el Sopa acaba encima de los ordenadores. El Yuyu es humor sin más, pero buen humor.
El coro del Valdés estupendo, gana mucho en directo y seguro que en la calle darán mucho juego.
El púbico del Falla me deja atónito, lo aplaude todo. Lo mismo las letras de Martín el día anterior que la contrarréplica de Rivero. No me meto en esas batallas, pero sé positivamente que el Canal Sur cuando se reúne con el Patronato para negociar los derechos televisivos pone encima de la mesa un posible concurso en Sevilla para rebajar las exigencias económicas de los autores. No sé, el único barrio que soporta hasta la madrugada durante todos los días de Carnaval es La Viña, sin rechistar y sin poder dormir. Y eso que no quiero ser abducido por el triángulo gadita (ya soporto dos patas, la Semana Santa como que no…).
Por cierto, la de gente que mete el PP de "colao", protocolo supongo. Algunos de ellos se parecían al novio de Falete (y dale) y otros al "del taco" de Los Morancos.
Como bien me decías, el Falla está muy acotado, echo en falta un poquito de irreverencia, espontaneidad, maldad de la buena gaditana. El Concurso está precocinado cual baguette de domingo.
Seguiremos esperando sin desesperar, como bien apuntaba el titular del Diario resumiendo la preselección: la telebasura ganó al telediario. Además ahora me hace mucha ilusión el concurso de Romanceros, la cosa promete.
Qué gracioso el pingüinito del Linux cadista. Los tontos de capirote, qué gran chirigota (sin alusiones).
Qué gran verdad la que aseverabas, el día que Cádiz deje de mirarse al ombligo...
Salud, y tranquimazil para todos, por dió.

Enrique Alcina Echeverría dijo...

Me alegro, Juan, y gracias por la crónica, me he jartao de reír con los colaos del pp, el sopita, y comparto lo de La Viña, yo tampoco comulgo con el capillismo, ni chovinista ni ná, pero La Viña es el corazón del Carmaval y la que sufre lo peorcito de la fiesta, el barrio de la risa que vive de milagro durante el año. Martín, por lo menos, ha abierto un debate, quizá sea también por lo que apuntas, don Antonio dice lo que le da la gana, otros venden su producto pal "extranjero" o simplemente opinan, aquí cada uno lleva su razón, gran copla de Nacha Pop, jeje.
Estuve buscando penitentes del Cádiz pero todavía no los hay, todo se andará, la religión gadita va sofisticándose, sálvese quien pueda.
Oye, esta noche me han gustado algunas letras que al menos no han abordado los temas de siempre, otras sencillas pero hermosas y otras ya habituales pero tocadas con estilo diverso. Los ruinas pegan fuerte, los del Love siempre me enamoran, los toquetazos del remolino a los banqueros y zapatero, tremendos. En fin, que nos gusta el Carnaval, Juan, no lo podemos remediar, un saludooo, yo también espero a los romanceros !!